"Nunca te olvides de sonreir,

porque el día que no sonrías

será un día perdido". Charles Chaplin

viernes, 20 de abril de 2012

20 años de la Expo´92

Parece increible chicas y chicos, parece que fuera ayer, pero hace precisamente hoy, viernes 20 de abril de 2012, nada más y nada menos que 20 años en que se inauguró la exposición universal de Sevilla: Expo´92; o como todos y todas decíamos por esas fechas: La Expo.

Aún siento esa emoción especial al recordarla, la nostalgia de 6 meses que aún guarda mi memoria y que un día fue protagonista de mis retinas.
Era mucho más pequeño, lo sé, a veces considero que si la hubiera vivido con los años que ahora tengo la hubiera disfrutado mucho más, al máximo. Pero por otro lado, me siento privilegiado de involucrarme por sus calles y pabellones con tan sólo 11 años de edad, porque aún percibo su fantasía y sensaciones.

Recuerdo, que fue la época por la que mi madre ya empezaba a dejarme el descubrir pequeños mundos. Para mí lo eran, porque cruzar la carretera para ir a los barrios colindantes al mío era cambiar de mundos, algo desconocido para mi en esos momentos, cambiaba de aires, conocía nuevas amistades, descubría pequeños secretos que en esos instantes eran similares a descubrir el tesoro de algún pirata legendario.


Gracias a la Expo, empecé, junto a mi hermano, a irme con los amigos en bicicleta hasta el puente de la Barqueta, amarrarla allí con cadenas, que seguramente hoy hubieran durado lo que dura un billete de 50 euros en el suelo, y adentrarnos en el sueño de descubrir mundos, historias, leyendas, diversión. Todos mis amigos y nosotros dos, teniamos gracias a mi madre y mi abuela, a las que se lo agradeceré siempre, el carné de temporada de la Expo´92, que a diferencia del nocturno, nos permitía ir a la hora que quisiéramos y montarnos en todo aquello que nos apetecía. Incluso recuerdo que con este carné hacía funcionar un ordenador, de tantos instalados por el recinto de la Cartuja, donde podía fotografiarme y pintar mi cara. Y era táctil, cosa que ahora se ha puesto de moda. Era una tecnología que se escapaba de mis manos, y más en ese año que a lo máximo que aspiraba era a un Spectrum o una maquinita de pila de reloj donde un muñequito daba saltos sobre una colchoneta y tenía que intentar que no se cayera al suelo.



La mayoría de veces iba con mi madre y  mi hermano. Intentábamos ver espectáculos representativos de distintos paises que difícilmente podríamos ver alguna vez en la vida y procuramos que no nos faltara la visita de ningún pabellón. Aún recuerdo que el primero de todos al que entramos fue al de Checoslovaquia: una sala toda llena de cristales que no entendía qué hacían allí y que depsués con el tiempo descubrí su importancia para este país.

Son muchos los recuerdos que guardo de aquella aventura. Desde la lectura de la huella del dedo índice nada más entrar hasta el cansancio de la caminata diaria una vez salir por la gran carpa de la puerta de Itálica, pasando por la gigantesca pantalla de la Jumbotrón en la plaza Sony, donde se hacían los conciertos, la cabalgata que cada día recorría sus calles, el ir de compras por el zoco árabe mientras nos adentrábamos en un paisaje de otra época a través de las estrechas y angostas callejuelas impregnadas del polvo de su recorrido, las colas de algunos pabellones, el fresquito del vapor de agua que echaban las pérgolas que  atravesaban calles principales, y..., ¿te acuerdas de...? ¿y cuándo...? Tantos y tantos recuerdos, tantos momentos vividos, que qué menos que darle un pequeño homenaje a ese acontecimiento que dejó marcado a tantas personas como a mi.




Hoy sólo nos queda el resto de lo que un día fue tanto; el paso del tiempo pasa factura, pero si te adentras un poco, te paras, cierras los ojos y pones en funcionamiento tu nostalgia llena de recuerdos, puede que por un instante escuches al gentío de la gente, veas a Curro fotografiándose con los más pequeños, te encuentres de noche junto al lago disfrutando del espectáculo de luces, agua y fuegos, estés sellando tu pasaporte en el pabellón de Japón...

Puede que así, por un instante, que te parecerá eterno, vuelvas a la Expo´92, a "La Expo" de Sevilla.


Un maestro que disfrutó con la Expo.

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Si deseas saber más de la Expo´92 pincha en los siguientes enlaces:

Enlace 1     (Web oficial de la Expo´92)

Enlace 2     (Información en la Wikipedia)    

Enlace 3     (Blog de la Expo´92)
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Sigamos celebrando el 20 aniversario de la Expo´92 coloreando a Curro: "la mascota de la Expo´92"

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